Los problemas de la baja autoestima
Hoy me gustaría comentaros alguna de mis experiencias en terapia. Una de mis pacientes traía este discurso: “mis problemas son por mi baja autoestima. Por eso no confío en mí, no me quiero a mí misma ni digo lo que pienso. Acabo haciendo lo que los demás me piden y me centro en complacerles. Y por si fuera poco, siempre me siento inestable emocionalmente”.
A mi paciente le pasan todas estas cosas y su día a día no es fácil porque siente que ella no es su prioridad. Pero lo que aún es más complicado es tener que asumir que lleva puesta una etiqueta inmodificable llamada “baja autoestima”. Y por lo tanto, las consecuencias que se derivan de ello tampoco son modificables.
Cuando uno no se siente importante, ni confía en sus capacidades, tampoco va a sentir que pueda cambiar nada. Asumirá la etiqueta de “baja autoestima” y se quedará bloqueado.
Qué puedo hacer si llevo la etiqueta de “baja autoestima”
Suenan muy bien todas las frases de Mr. Wonderful que nos dicen: “quiérete”, “tu prioridad eres tú”, “cómete el mundo”, “querer es poder” y así podría seguir hasta el infinito y más allá. Nos hacen creer que quererse a uno mismo es tarea fácil. Que es cuestión de actitud.
Pues no, la mayoría de la gente lo intenta con ganas y quiere estar bien consigo mismo. Pero a veces querer no es suficiente. Porque tenemos una historia, donde se han ido generando distintas resistencias y patrones con los que día a día funcionamos. Y en muchas ocasiones, uno mismo no puede cambiar todo esto solo. Si sientes que éste es tu caso, te recomiendo que empieces una terapia psicológica.
Si de momento no lo tienes claro o no ves que sea posible, me permito hacerte algunas sugerencias por si podrían ayudarte:
1- Todos tus esfuerzos tienen que ser valorados. No subestimes el poder de las pequeñas cosas. Los cambios empiezan siempre por pasos pequeños. Qué mínimo que nos lo valoremos.
2- Identifica lo que te gusta y lo que te viene bien. Una vez identificado, ¿podrías incorporar una de esas cosas cada día?
3- No complazcas a los demás para sentirte bien: si percibes que haces las cosas para que los demás se sientan bien y no porque realmente esté dentro de tu escala de valores, párate.
4- Observa cómo te hablas. En momentos en los que has cometido un error o te sientes frustrado o culpable, párate a ver qué dice tu mente sobre ti. Para que puedas tomar más consciencia, escribe esas palabras en una libreta.
5- Permítete tomar lo que los demás te pueden dar: no busques razones sobre el merecimiento de lo que recibes. Te lo mereces y punto. Y son ellos quienes deciden dártelo.
Sabemos que este trabajo personal es difícil. Si las pautas que os hemos dado os resultan insuficientes y necesitáis atención psicológica, desde Promethea nuestras terapeutas os pueden ayudar. Ofrecemos terapia online y terapia en Granada de forma presencial. Ponte en contacto con nosotras, estaremos felices de atenderte sin ningún compromiso.
Rocío Pérez Lobato
Psicóloga de adultos e infanto-juvenil
en Centro de Psicología Promethea